viernes, 27 de julio de 2012

Review gastronómica: Helados de Petit Suisse (en el siglo XXI)



Los años 90 son probablemente la mejor década de la Historia de la humanidad. Nos dejaron grandes series, como El príncipe de Bel Air o Lleno, por favor; excepcionales cómicos como Seinfeld o Ángel Garó y discos irrepetibles, como Blood Sugar Sex Magik o el primero de los Mojinos Escocíos.
Pero los 90 sobre todo dejaron huella en el aspecto gastronómico, a saber: los tristemente desaparecidos Drakis (no, los Pandilla NO), el Push Pop (el caramelo retráctil favorito de los informáticos), el Boomy (la ropa de los actores lo peta) y como no, los Petit Suisse congelados.
Porque Danone en los 90 (antes de estos tiempos oscuros en los que no dejan de darnos a entender que Carmen Machi caga muy bien) era una marca muy molona y, entre otras grandes iniciativas, decidió que sus Petit Suisse se podían congelar, dando lugar a uno de los helados más ricos de la época estival. Y eso que por aquel entonces existían los de Ramón el faraón...