En mi última visita a mi establecimiento oriental habitual, aparte de llevarme los noodles de pato de rigor, decidí innovar y comprarme algún refresco. Y ya que estaba, me compré el más raro que vi, uno de aloe vera. A primera vista no tenía mala pinta: botella verde, una planta de aloe vera dibujada...era apetecible.
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| Refréscate con ALOE Drink |
Una vez enfriada procedí a darle el primer trago, directamente de la botella. Y la primera impresión no pudo ser peor: TENÍA TROPEZONES. Pequeños trocitos gelatinosos que me hicieron creer que el refresco estaba en mal estado. Eché un poco en un vaso para poder apreciar mejor el contenido de esa botella. Tengo que decir que, aparte del ascazo de los trocitos, el sabor no estaba mal. Sabía a jabón de manos de aloe vera. Quizá no es el sabor que se espera de un refresco, todo hay que decirlo.
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| Sabrosos renacuajos de gelatina |
Y esa fue mi experiencia con el refresco de aloe vera. Aunque después de la sorpresa inicial el refresco en sí no está mal, dudo que vuelva a comprármelo, donde se ponga la Freeway...
