viernes, 15 de abril de 2011

Micro-relato 3: Francotirador

Respiraba de forma relajada y acompasada. El menor movimiento brusco podría hacerle fallar en su empresa. Culata firme en el hombro. Dedo en el gatillo. Desde su posición divisaba perfectamente el objetivo, alineado en su mirilla. Era el momento. Respiró hondo. Disparó. Hizo blanco. Un suspiro de alivio surgió desde sus entrañas.
Había conseguido una mini botella de Larios.

4 comentarios:

  1. Yo tenía un amigo que perdió una copa del mundo de esa manera, en una feria de un pueblo llamado Andújar... pero era sin botellas.
    Pobre...

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  2. Cuantos francotiradores fracasaron en su intento...

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  3. jajjajjaja, ANA ANDÚJAR NO ES UN PUEBLO!!!!

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